Aquí estoy, sentada frente a esta hoja en blanco rogando que al final, no quede tan vacía como está en este momento mi corazón, que aunque enamorado no entiende aún porque no logra sentirse completo, tal vez sea el miedo o simplemente la insatisfacción que siente un alma corriente cuando lo ha tenido todo.
Cuando uno se sienta a escribir y sabe que lo que necesita es entenderse y no desahogarse, el proceso se hace mucho más complicado porque no es hablar por hablar, es hablar para creer y conocer.
Hay sentimientos en la vida que no necesitan más que un poco de atención para comprender el porqué nos pasa, pero otros que son tan profundos como el alma misma.
Así pues, que adentrarse en ellos es trasladarse a un montón de sensaciones que posiblemente jamás podremos ni cuantificar, ni por supuesto, calificar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario