martes

Rectificando

Volví a confiar, volví a creer en los sueños y me equivoqué. No hay razones para sentirse mal pienso en muchas ocasiones, sin embargo es correcto el dicho que dice que podemos engañar a todo el mundo menos a  nosotros mismos. Me he pasado los últimos días tratando de corregir los errores que aún con la mayor sutileza cometí en tiempos anteriores con personas, en situaciones y por supuesto, conmigo.

Aún no he terminado, empezando porque nadie volvió a creer en mi, ni siquiera yo. Lamento profundamente los malestares causados porque ni aún con mi super medicamento para la migraña he podido controlar estos males que me aquejan al igual que no he podido controlar mi ansiedad de comer dulces.

 Mi actualidad pregunta por mi pasado y yo aún no logro entender qué de esa muchachita les gustaba tanto, tal vez que nunca me veían tan vulnerable como en los días que ya he tratado de referenciar al principio.
Pronto se acerca mi cumpleaños, fecha en la que le sugiero a todo el mundo portarse bien porque me pongo sensible y jamás perdonaría que no se acordaran, claro que esto solo pasa con las personas más cercanas que en general y gracias a Dios no son muchas. Bueno, volviendo al tema hay muchas cosas que he querido retomar de mi vida antes de la celebración de mi natalacio y no he podido, no sé porqué. Estoy por empezar a creer que mi cabeza lo quiere pero mi corazón no ha podido con la orden.

Es que eso de estar vulnerable no es agradable, sobretodo cuando hay personas como yo que la manera de notarlo es que lloramos porque sí y nos damos latigazos muy fuertes, un ejemplo claro de ello es este texto, que al intentar rectificar primero tengo que pasar por la destrucción de mi dignidad. Es obviamente muy absurdo cuando he sido considerada una mujer fría, calculadora, arrogante y casi mejor dicho para ser más explícitos una roca porque hasta un árbol tiene vida. (Risas)

Para empezar por la rectificación de los males causados pues obviamente tengo que tratar de encontrar a la mujer que perdí que no le hacía daño a nadie o que era muy buena para salirse con la suya, en todo caso con alguna de las dos tengo que encontrar la seguridad perdida.





jueves

Reflexiones cortas sin final

He visto al mundo cambiar y yo estancada, y pues como es obvio en estos casos, es mejor echarle la culpa a alguien del fracaso de la existencia que aceptar que por nuestra incompetencia estamos como estamos.

miércoles

Reflexiones cortas sin final

Hay que procurar no dejar las cosas del amor en manos exclusivamente del corazón. De entrada, lo que más nos llama la atención es el aspecto físico de alguien. No es solo su menor o mayor belleza física; es algo más, difícil de precisar. Los gestos, la forma de hablar, de moverse, nos resultan especialmente atractivos. Más tarde, su forma de comportarse, la relación que se va poco a poco estableciendo con esa persona, tienen algo de sugestivo, de especial, que nos va cautivando sin damos cuenta.

Hagamos caso a la intuición, aunque cuando una persona nos atrae, intuimos que con ella podríamos compenetrarnos y sentirnos bien en su compañía. Pero muchas veces nos equivocamos, esta intuición falla.

No es suficiente con querer, sino que hay que saber querer. Saber querer es encauzar ese sentimiento hacia comportamientos de la práctica diaria que logren el objetivo último del amor: hacer feliz al otro.

Si cuidamos mejor la elección que hacemos y procuramos, no sólo con cariño, sino también con inteligencia, enriquecer esa relación día a día, tendremos muchas más posibilidades de éxito.

El poder de los Ex

El poder del ex. Que letras tan poderosas; para mal o para bien esa palabra tiene su significado en la vida de todo ser humano que haya o no estado enamorado alguna vez. Así pues que trataré de referirme solo a ese tipo de ex que deja impresiones, malas o o buenas y exclusivamente, a la mujer que haya dejado una impresión significante en el hombre, sin importar si esta fue descorazonadora o sofocante, pero impresión en todo caso y de eso vivimos en este mundo de puras impresiones, como el amor que uno se impresiona con el que cree que es el tipo perfecto y casi siempre uno se lleva unas desilusiones desastrosas.


Aunque definitivamente el ex viene a cobrar poder cuando ya toda huella de dolor y de rencor ha pasado por cirugía plástica y no quedan ni los puntos de la relación; lo que queda son una cantidad de preguntas sobre lo que no fue y lo que pudo ser, que fácilmente se van borrando y a uno se le va olvidando los porqué de las cosas, sobretodo cuando hay alguien por ahí que está pendiente que jamás nos volvamos a preguntar por ellos y por las situaciones inconclusas. Ese poder, aunque muchas veces ignorado, tiene más fuerza que el de la actual pareja, exceptuando durante el período donde ya nadie más importa y donde uno casi siempre le está apostando de nuevo al para siempre.


Mientras tanto, no falta el fascinante delirio por conservar la ex familia del pasado, la ex y el ex siempre encontrarán un motivo para salirse de la ruta y darse un abrazo. ¡Gracias a Dios ser ex tiene su encanto! Es la manera inofensiva de desquitarse del daño que hicieron o del que les hicieron, sin embargo la familia es una locura, más aún los que quieren jamás volver a aceptar a una persona, y si a eso le sumamos las malas caras porque a ver asumido ciertas decisiones, es horroroso.


Lo peor llega cuando tu eres la chica nueva, la que tu suegra ni siquiera determina y a la que todos incluyendo tu novio está esperando verte la caída por aquello que todas las mujeres son iguales, en definitiva, una locura. La chica nueva sufre las consecuencias, pero qué más da, seguro ella también es la ex de alguien y se desquita por su lado. Porque ni por más explicaciones rebuscadas del muchachito, nada va a eliminar esa sombra que dejó la ex con sus opiniones, distinguido porte y gran dulzura para tratar a su madre. Aunque lo que sí logra es un par de peleas por la ex perra, adjetivo más utilizado luego que una relación termina. Así pues que para los hombres siempre seremos unas perras cuando ya no estamos con ellos y para las mujeres todas son más resbalosas que uno y ellos sencillamente, no tienen voluntad.


Bueno, volviendo a las consecuencias de ser la nueva, un ejemplo muy claro es que uno se pone detrás del muchachito esperando a que el tonto resentido te presente ante todos, que justo coincide con una reunión familiar en donde la ex le da por aparecerse, porque siempre hay primas o cuñadas que les encanta aquello que dice " eras la novia de mi hermano y no la mía"  pero al tonto no le da, no es capaz. Le tiembla la voz y siempre busca al más empalagoso de la familia para que trate de amenizarle la reunión la chica nueva, que si no tiene éxito en esta celebración familiar, muy pronto será también la ex.


Normalmente, uno alcanza  en esos instantes de angustia preguntarse muchas cosas, entre ellas palabras claves como ¿vergüenza, distracción, innaportancia, grosería, manipulación? mil cosas que se te vienen a la mente, con el firme propósito de pensar en todo menos en la cara de jurados de belleza que tienen los familiares del que hasta ahora consideras el futuro padre de tus hijos, inclusive uno piensa que puede ser una prueba a ver si uno es igual de loca que la chica anterior; tantas cosas pasan por la cabeza en esos instantes que uno no sabe como manejarlos, sobre todo cuando tu compararas y te das cuenta que para tu ex, eso era realmente un orgullo y que hablar de ti era como hablar de Dios y que el tonto este no ha podido decir ni siquiera en que trabajas. Es por eso que es obligatorio pensar el porqué este muchacho tan querido seguramente se cree con el derecho de no sentirse orgullo de ti y se deja amedrentar por la mirada amenazante de su madre y los signos de interrogación del resto de la familia.


Así pues que lo peor de ser nuevo, es que tu seas el nuevo. En cualquier lugar, esta posición es muy incomoda,  en un trabajo, en un salón de clase, en una relación, en una familia y así.


Las mujeres somos muy inseguras en la relación pero de ex logramos una seguridad jamás imaginada, sobre todo cuando nos damos cuenta que el nuevo novio  que tenemos al lado nos quiso fácil y rápido y porque sí y no porque nos comportáramos bien con ellos. Porque para ser sincera uno siente más miedo de las ex del los chicos, que de las otras niñas que empiezan a rondar por los alrededores.
Las ex casi siempre son más bonitas, talentosas, cariñosas y por supuesto, el horror de las mujeres: más exitosas en lo que hace y muy popular entre el género masculino y así a quién no le va a generar inseguridad una ex rodando en redes, en casa y con las primas y suegra tal como estaban en la celebración familiar.


Sin embargo, lo más chévere de terminar con alguien es definitivamente que uno pierde del todo esos amigos que por ser amigos de él toca aguantarse el tiempo que dure la relación, eso es verdaderamente una maravilla, sobre todo cuanto te das cuentas que gran parte de la ruptura se debe a esos consejos que tan amablemente ellos le dan al chico que pronto será tu ex.


El poder de los ex es impresionante, sobre todo si ellos fueron buenos amantes;  como dice cierto personaje "estamos graves", entonces si a eso le sumamos los residuos de testosterona guardados, los años de  noviazgo de sala que tanto adoran los papás y que por eso terminan definitivamente amando a los novi@s, nos puede dar como resultado que su palabra siempre va a ser más importante.


Mírelo por donde lo mire, ser ex viene siendo más fastidioso que cualquier otra cosa, peor aún cuando evitas todos los lugares donde estuviste con él, y que por supuesto no quieres repetir con esta persona nueva que seguramente si quiere quererte de verdad o al menos eso es lo que dice mientras que todos los amigos empiezan a opinar, y su mamá y las lindas primas que mal aconsejadas por la ex hacen hasta lo imposible por dejar a la pobre novia nueva por el piso.

Lo real es que todos llevamos un ex por dentro, y lo cierto es que vendrán más.


Continuará...

Soledad

Nunca antes  me sentido más sola, todos lo notan, yo lo noto, lo que significa que ya no está siendo divertido eso de apelar a la soledad como un recurso para meditar, ni para encontrarme conmigo misma, ya no sirve.

Me pregunto si he dejado otra vez de ser yo o a penas me estoy conociendo; es decir, pocas veces en los últimos meses he sabido defender eso que tanto amaba, me gusta, etc.

Hay varias cosas que no funcionan y ya empieza a preocuparme.


Sexto sentido

Últimamente me ha llamado mucho la atención eso del sexto sentido y como es obvio he tratado de identificarlo en mi y no lo logro, no es por vanidad pero no creo que no lo tenga, normalmente todos los seres humanos lo poseen y solo es cuestión de concentrarse en uno y precisamente ahí está el problema. 
Uno normalmente no tiene tiempo para la concentración y menos para pensar realmente para qué es bueno o cuál ese sexto sentido que según mi religión viene de Dios todopoderoso. Como sea, es un lío conectarse con el yo interior y se en algún momento se logra esa unión, pues créanme que no van a durar mucho. Es una situación incómoda cuando estás en la oficina y en un estado omnipresente empiezas a buscar ese sexto sentido, o cuando estás en cama y de repente te toca ese hombre que tiene el poder de desconectar tu cerebro del todo y por supuesto, hasta ahí llegó la búsqueda psíquica mi sexto sentido.