Me encontré de nuevo con el amor.
Un amor que si no es un torbellino de pasiones,
se le parece mucho.
Me encontré con el amor mientras me susurrabas y ahí empecé
amarte.
Se alzaron los sentimientos como el polvo cuando se remueven
las hojas secas.
Entonces mandó tu voz a mi corazón y el cielo se hizo
visible en tus ojos.
Ojos verdes misteriosos
y seductores.
Sentí y deseé...
Yo pronuncié el
querer en tus labios y sentí morir,
Incendiarme y ahogarme con tanta lujuria.
Porque solo tu tienes la culpa de mi deseo,
posees la intriga de
mis sentimientos,
eres el dueño de mis pasiones
y del sueño de querernos.
Soy esclava de tus besos…
Hoy no sé de promesas rotas,
ni de palabras
olvidadas.
Se me olvidaron las tristezas y de nuevo empecé a soñar…
Se que cuando no estás extraño más que nunca
el misterio de tu
mirada,
la calidez tus abrazos,
la fuerza de tus palabras.
Pero me preocupo,
me desanimo por la ansiedad y la angustia.
¿Por qué ansiedad? ¿Por qué angustia?
se de sobra que lo
preguntas.
Pero cómo haré para
contarte lo que siento.
Cómo haré para sentir tu calor en el invierno,
tus latidos y suspiros
y algún día poder acariciar tus sentidos.
No lo sé…
Por eso es que tengo miedo de que este amor se termine.
Tengo miedo de amar sola y engañarme.
Tengo miedo de perderte por las propuestas sin respuesta.
Tengo miedo del infinito sin ti.
Y sabes qué más le sumo…
Los malditos celos…
Tengo celos de ti porque te amo sin medida.
Tengo celos porque tengo temor de perderte y quedarme a la
deriva.
De verme en el olvido sin tu amor que me consuele.
Tengo miedo de ti porque cada día te vuelves más importante
que mi vida.
Porque despiertas amor, la pasión más loca…
y aun así me concedes
infinita ternura.
Porque eres armonía en la frenética locura de la vida.
Porque eres mi beso más ansiado y mi pasión más recordada.
…Suspiro…
Eres la razón de mi desasosiego,
cuando no estás y no
te veo.
…Tiemblo…
Tiemblo a ante tu piel.
Y pierdo fuerzas ante tus labios,
Porque te juro lindo es que tan dulce que no tengo como
describirlo…
Me desarma tu mirada,
porque al cruzarme
con ella, allí dentro de tus ojos yo
vivo
y fuera de ellos no
existe nada.
Tengo miedo de quererte y de vivir sin poder tenerte .