Episodio

Aquí estoy de nuevo y no pregunten porqué...

Llevo varios días pensando en escribir sobre mi situación actual y hasta ahora me siento frente al computador con el fin de empezar con esta catarsis que espero me sirva para mucho más que un desahogo. 

Voy a empezar diciendo que de toda acción, mala o buena, se espera un resultado; justo en ese proceso de larga, angustiosa espera estoy yo, en la nada de la incertidumbre y en el miedo que se vive en la víspera de certeza que seguramente traerán nuevas consecuencias.

Se de alguien que no le gustaría estar leyendo esto, porque esa persona es de las que piensa que nada personal debe publicarse en una plataforma social o pública. Piensa además que este tema jamás debió existir y que las cosas se borran tan rápido como pueda cambiar nuestra actitud. Lastimosamente, hoy no tomaré en cuenta lo que piensa y menos si se trata de este doloroso episodio del que quiero hablar.

La vida misma nos enseña a pasar por alto los consejos de quienes con tanto amor se han metido en nuestra vida, e incluso nos enseña a dejar de lado nuestras propias convicciones cuando no hay mucho que ganar con ellas.